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Mentiras españolas sobre los presos cubanos

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La lectura dominical de la prensa me ha descubierto una de las mayores indignidades que como argumento haya podido dar en alguna ocasión cualquier gobierno. "Fuentes" del Ministerio de Asuntos Exteriores español dijeron a una periodista que viajaba junto al titular de esa cartera, Miguel Ángel Moratinos, que la decisión de excarcelar a un grupo de presos políticos cubanos y traerles a España estaba tomada al menos desde enero. Las mismas "fuentes" (no cabe descartar que se trate del propio Moratinos o alguien que transmita lo que él personalmente le encargue que diga) sostienen que la muerte de Orlando Zapata Tamayo y la huelga de hambre de Guillermo Fariñas "habrían dificultado" la puesta en marcha de la medida.

Este argumento es, simplemente, insostenible. Si ya existía la voluntad de excarcelar a parte de los presos políticos, se podría haber hecho mientras Orlando Zapata Tamayo estaba en huelga de hambre, y hubiera salvado su vida. Como vienen insistiendo los propios presos exiliados a la fuerza a España, si no están ahora en prisión es sólo gracias a Zapata Tamayo, Fariñas y las valerosas Damas de Blanco. Son las acciones de estos dos hombres y ese grupo de mujeres las que han logrado poner contra las cuerdas a la dictadura de los hermanos Castro.

Durante la primera mitad de este año la imagen internacional del régimen comunista cubano se hundió como nunca antes había ocurrido. Zapata, Fariñas y las Damas de Blanco lograron mostrar al mundo el verdadero rostro de la tiranía castrista. Eso explica la excarcelación y expulsión a España de parte de los miembros del Grupo de los 75 (condenados durante la Primavera Negra de 2003) que todavía quedaban en prisión. Y decimos "parte" a sabiendas de que el Gobierno español sostiene que se van a "liberar" todos. Lo sostenido por el tándem Zapatero-Moratinos es, como poco, improbable. Hay al menos diez de esos presos políticos que han rechazado venir a España. Para ellos, la puerta de la prisión sigue cerrada.

Dice Moratinos que cuando terminen estas excarcelaciones no quedarán presos políticos en Cuba. Es falso. La medida tomada tan sólo afecta a los miembros del Grupo de los 75. Incluso aunque se excarcelara también a aquellos detenidos durante la Primavera Negra que ya se han negado a salir a España, quedarían otros 125 condenados por motivos políticos en las prisiones cubanas. También dice el ministro español de Asuntos Exteriores que con estas liberaciones ya no tiene sentido mantener la Posición Común Europea (que no implica sanciones y lo que contempla es que los gobiernos europeos dialoguen con la disidencia). De nuevo falso. Establece una relación causa-efecto inexistente. Dicha Posición es anterior a la Primavera Negra, con lo que muchos de los presos políticos de entonces seguirán ahora en prisión, y además no sólo habla de los opositores encarcelados. Pide otras reformas democratizadoras y de respeto a los Derechos Humanos que no han tenido lugar.

El Gobierno español ha aceptado jugar un papel cómplice. Disfraza de acción humanitaria y mérito de su política de concordia lo que no es más que una operación política destinada a ayudar al régimen castrista en un mal momento. La situación en la que se mantiene a los recién llegados a España demuestra una absoluta indiferencia ante su sufrimiento y se les intenta, desde las instituciones controladas por el Ejecutivo, desorientar y dividir. Se busca, además, dispersarles por toda España. El objetivo de esto último no es otro que impedir que estos presos políticos, en su exilio español, creen un grupo fuerte de oposición al castrismo. 

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