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Friedman

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He preparado estas líneas unos días antes de la presencia de David Friedman en nuestro Instituto; que habrá tenido una convocatoria más general el viernes 25 en el Centro Riojano (sobre "Tecnología y libertad en un mundo imperfecto"). Previamente, el jueves 24 también hay organizado un acto en la Fundación Rafael del Pino: "La maquinaria de la libertad: guía para un capitalismo radical" (en esta ocasión, presentando la traducción al español de su libro de 1973 con ese mismo título). Seguro que habrán resultado de gran interés.

Pero me he arriesgado a dejar escritas estas líneas, aunque les repita ideas que ya habrán oído, después de haberme entretenido buscando información sobre el conferenciante y su obra. Ya saben que David es hijo de Milton y Rose Friedman, autores de Libertad de elegir (1980), un libro tardío de ese gran premio Nobel de 1976, que fallecería con 94 años en 2006; un año más que su colega James Buchanan, que nos dejaba este mes de enero y sobre el que pueden encontrar un excelente artículo de Juan R. Rallo. Apellidos importantes para la historia del pensamiento económico, que en el caso de los Friedman se mantiene en una segunda, y hasta tercera generación.

La wikipedia nos ofrece (en español) una semblanza de David Friedman, breve pero ilustrativa. Nació en 1945, estudió en Harvard y se doctoró en Física por la Universidad de Chicago. Actualmente es profesor de Análisis Económico del Derecho en la Universidad de Santa Clara, California. De la wiki les copio este párrafo: "La versión de Friedman del anarquismo individualista no está basada en la asunción de derechos naturales inviolables, sino en el análisis costo-beneficio de Estado versus No-Estado. Esto contrasta con la aproximación iusnaturalista como es propuesta por los economistas de la Escuela Austríaca y el teórico libertario Murray Rothbard".

Podrán intuir que nos encontramos ante una de las diversas posturas dentro del (minoritario) pensamiento liberal; que me resultan difíciles de catalogar, la verdad. Personalmente no me gusta contraponer demasiado esos términos de austríacos, libertarios, anarcocapitalistas, etc. Entiendo que, sobre todo en el panorama anglosajón, es conveniente delimitar los perfiles… Pero prefiero la simplicidad de considerarlos a todos liberales, frente a esa multitud de "socialistas de todos los partidos" que nos rodea, y de la que se lamentaba Hayek.

Dicho lo cual, es cierto que Friedman presenta algunas (muy notables) particularidades en su defensa de una sociedad libre, criticando cualquier intervención del Estado: por supuesto que considera necesaria una gradual privatización de los servicios públicos; pero aquí llega incluso a incluir la Justicia (sustituyéndola por empresas de arbitraje) y la Seguridad Nacional. Es un anarquismo matizado (no comparte, obviamente, los procesos revolucionarios violentos), que se conoce como anarcocapitalismo.

Desde el punto de vista de la fundamentación, suele definirse con el término "consecuencialista", para distinguirse de ese "iusnaturalismo" rothbariano que acabamos de señalar. Las razones que mueven a las organizaciones humanas no descansan en un código legal, previamente pactado (con algunos derechos naturales inviolables); sino en un análisis utilitarista de costes y beneficios. Claro que esta postura debe ser matizada, ya que no estamos ante una simple filosofía moral de cálculo de resultados ("el fin justifica los medios"): supongo que si Uds. han tenido la oportunidad de escucharle estos días, habrán podido sacar sus propias consecuencias al respecto…

El libro que Friedman presenta en español, La maquinaria de la libertad, puede servirles también para conocer mejor su pensamiento. Ya hemos visto que se publicó hace cuarenta años (aunque hay una edición revisada de 1989). Volviendo a la Wikipedia, nos dice sobre esta obra que "Friedman rechaza el utilitarismo como patrón último para determinar lo que debe hacerse y lo que no, pero considera que los argumentos de esta clase son en general los más eficaces para defender la doctrina libertaria. La gente tiene ideas muy diversas acerca de lo que es justo, sin embargo la mayoría coincide en que la felicidad y la prosperidad son propósitos deseables". Me recuerda en cierta medida esa máxima de la Ilustración Escocesa: "la mayor felicidad para el mayor número".

La maquinaria de la libertad arranca con un prólogo de Albert Esplugas, quien ha escrito varios artículos interesantes sobre nuestro ilustre visitante, que también recomiendo su lectura. Como éste sobre un Seminario de la Libertarian Alliance de 2008 .

Quería terminar con unas palabras sobre los editores del libro: Innisfree (los cinéfilos ya habrán pensado en el pueblito irlandés donde se desarrolla The quiet man de John Ford). Curioseando en su página web, se presentan como "tres lectores del Manifiesto Neolibertario, de Samuel Edward Konkin III, que nos conocimos por facebook y a los que se nos ocurrió fundar una Editorial con un solo objetivo: publicar lo que ninguna otra editorial en español ha publicado jamás ni se atrevería a publicar". Yo diría que, desde luego, están consiguiendo su objetivo… Para mayor información les indico que el libro de Konkin lo editan Óliver Serrano Gil, Jesús Huerta de Soto e Ignacio P. Rico Guastavino: saquen de nuevo sus propias consecuencias.

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