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¿De qué hablas, Bergoglio?

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No sabemos si lo hace voluntariamente, si por ignorancia o por falta de claridad en sus ideas.

Aunque todavía nadie tiene claro cuándo terminará la pesadilla del coronavirus, ni cuáles serán sus consecuencias finales, son muchos los Gobiernos que, como el nuestro, están aprovechando para intentar la implementación de un “ingreso mínimo vital”, en sus mil modalidades. A este debate se ha sumado también el papa Francisco, en una carta dirigida a los miembros de los movimientos populares mundiales -tal y como están recogiendo diversos medios, religiosos (ver, por ejemplo, aquí o aquí) o económicos (aquí o aquí) entre otros-, en la que parece referirse a una posible renta básica universal, pero que también puede interpretarse como un salario mínimo, o una  prestación por desempleo.

En efecto, el pontífice, al hacer su propuesta, hace gala de una vaguedad e imprecisión irresponsables, máxime cuando lo hace en un documento escrito, que debería estar muy pensado y en el que, dada su autoridad, no debería dejar nada al azar.

Analicemos el párrafo en el que se refiere expresamente a la cuestión para comprobarlo:

“Sé que ustedes han sido excluidos de los beneficios de la globalización. No gozan de esos placeres superficiales que anestesian tantas conciencias. A pesar de ello, siempre tienen que sufrir sus perjuicios. Los males que aquejan a todos, a ustedes los golpean doblemente. Muchos de ustedes viven el día a día sin ningún tipo de garantías legales que los proteja (sic). Los vendedores ambulantes, los recicladores, los feriantes, los pequeños agricultores, los constructores, los costureros, los que realizan distintas tareas de cuidado. Ustedes, trabajadores informales, independientes o de la economía popular, no tienen un salario estable para resistir este momento… y las cuarentenas se les hacen insoportables. Tal vez sea tiempo de pensar en un salario universal que reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan; capaz de garantizar y hacer realidad esa consigna tan humana y tan cristiana: ningún trabajador sin derechos”.

Sin entrar en otras cuestiones, vamos a centrarnos exclusivamente en lo que Francisco denomina “salario universal”, pero dejando claro que ni aclara ni concreta:

  • El papa parece que no propone la implementación de una medida concreta, sino que se debata una posible medida (“tal vez sea tiempo de pensar en”); pero ¿utiliza Francisco el término pensar (“tal vez sea tiempo de pensar en”) en su sentido literal o en el sentido de que “tal vez sea tiempo de implementar”? Ni la renta básica universal ni el salario mínimo ni la prestación por desempleo -que son los conceptos a los que de una manera u otra parece aludir el pontífice- son algo nuevo que nunca se haya planteado ni pensado nunca: la renta básica es algo planteado ya en la sociedad actual desde hace más de 200 años por autores como Paine, Spence o Fourier (de hecho, hay autores que entienden la renta básica como una vía hacia el comunismo, ¿es el papa consciente de ello?); el salario mínimo o la prestación por desempleo son algo ya implementado en gran número de países.
  • Tampoco aclara el papa quiénes deben “pensar” sobre ello -si pensar significa pensar-: si los movimientos y organizaciones a quienes la carta va dirigida, si los poderes públicos, si los ciudadanos del mundo o tan sólo los cristianos.
  • Como tampoco aclara quiénes deberían implementar la medida o ejecutarla: ¿Quiénes deben abonar dicho “salario universal”: los agentes económicos en general, sólo los católicos o el Estado o determinados “movimientos u organizaciones”…?
  • Y si no sabemos quién tiene que pagarlo, tampoco sabemos con qué recursos habría de abonarse: si con dinero sacado coactivamente de los ciudadanos a través de impuestos, o bien con recursos privados voluntarios, o con las donaciones hechas al Óbolo de San Pedro.
  • También deja en la indefinición más absoluta quiénes deben ser los perceptores de dicho salario: es cierto que incluye el término “universal”, pero unido a salario, por lo que parece tratarse de una cantidad que se abonaría no a todo el mundo (no sería una “renta básica universal”), sino sólo a los trabajadores, pero sin aclarar tampoco si es a quienes están en condición de trabajar, a quienes de hecho trabajan, a quienes lo hacen en un empleo concreto, o a quienes no puedan hacerlo por culpa de la “cuarentena”.
  • Como no podía ser menos, los términos en los que envuelve la supuesta finalidad de la medida (tener clara la finalidad ayuda a interpretar y entender; no tenerla, embarulla y complica) también son un arcano (“que reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan; capaz de garantizar y hacer realidad esa consigna tan humana y tan cristiana: ningún trabajador sin salario”, dice la carta). ¿Tiene ese salario universal la finalidad de garantizar la existencia de trabajos informales, de vendedores ambulantes, recicladores o feriantes? ¿Es sólo un mero acto de reconocimiento de determinados trabajos “insustituibles” a ojos del pontífice, lo que obliga de premiar con un plus lo que se percibe por ese trabajo? ¿O su intención es, tan sólo, “garantizar un salario mínimo”? ¿Pretende referirse el papa a una suerte de prestación por desempleo a fin de que los trabajadores que se vean afectados por la cuarentena puedan “soportar” la situación? No se sabe. Lo que estaba claro, al menos hasta que habló el pontífice, es que una renta básica universal no es lo mismo que un salario mínimo o que una prestación por desempleo, al menos eso creíamos.
  • Por supuesto, también deja en el aire si se trata de una renta condicionada de alguna manera: ¿Debe pagarse a todo sujeto por el simple hecho de pertenecer a una determinada comunidad política o social? ¿Sólo si realiza alguna actividad productiva? ¿Sólo si realiza una actividad productiva concreta? ¿Sólo si alcanza unos ingresos mínimos? ¿O está destinada a los que no pueden realizar su actividad habitual, por culpa de la cuarentena o por alguna otra razón?
  • Y así podríamos continuar: tampoco aclara si se trata de una medida que debería ser temporal (“para resistir este momento”) o permanente; si debe abonarse a cada individuo o a grupos o familias, etc.

En definitiva, el papa Francisco, cual oráculo de Delfos, propone “pensar” en una posible medida económico-social que él llama “salario universal”, pero que nadie sabe qué es: que parece consistir en una suerte de “renta básica universal” en las líneas pares, en un “salario mínimo” en los renglones impares o en una suerte de “prestación por desempleo” en su esencia. Y es que su Santidad no aclara ni a quién va dirigida la propuesta (¿quiénes deben pensar?) ni cuál es su objeto ni quiénes serían sus sujetos (pagadores y beneficiarios) ni las condiciones ni su finalidad. Nada. No sabemos si lo hace voluntariamente, si por ignorancia o por falta de claridad en sus ideas; lo que es evidente es que propuestas así -tan vagas e imprecisas- sólo sirven para confundir a los fieles… bueno y para que algunos medios arrimen el ascua a su sardina.

17 Comentarios

  1. El Papa es Argentino y ya
    El Papa es Argentino y ya conocemos como ,sus dirigentes se han puesto de acuerdo para cometer un año si y el otro también todos los errores posibles. Es un mundo ideal que no existe.

  2. Excelente articulo.
    Excelente articulo.
    Bergoglio no es de este mundo!. Su vida ya es un infierno; no utiluzaras el nombre de DIOS en vano¡

  3. Una pregunta. Cuando las
    Una pregunta. Cuando las prostitutas cobren su salario mínimo vital, a fin de que puedan abandonar su vida de pecado, ¿empezarán a trabajar gratis, solo por la fuerza de la costumbre?
    Hace falta ser muy idiota, o muy malo, para predicar que muchas malas cosas dejarán de existir en el mismo momento en que la sociedad soborne a los malhechores, que es parte de todo este asunto. Toda persona madura sabe que, al añadir dinero, algunos problemas empeoran rápidamente. ¿Es el Papa maduro?
    ¿Se puede presentar una moción de censura contra el Papa?
    ¿Si Pedro Sánchez y Bergoglio intercambiaran sus cargos, quién saldría mejor parado: los españoles o los católicos?
    Yo no soy católico, pero me gustaría que mis amigos católicos se llevaran alguna alegría un día de estos, como tener un líder sensato, por ejemplo. Entonces podrían dedicar sus energías a otros asuntos ayunos de su atención.

    • El Boludo demagogo que okupa
      El Boludo demagogo ,con fingidos aires de Santurron, que okupa el Vaticano, además de su supina ignorancia, es más obtuso y tosco que San Pedro, desde luego lo supera con creces en maldad e inmadurez, lo cual es compatible con ser amigo de todos los «MADUROS» y SATRAPAS de este mundo; de momento ya ha convertido a Cáritas , a Nivel Institucional, en una sucursal del Socialismo; porque ahora mismo, Cáritas es sinónimo de socialismo , ya no se repara en la esencia de la caridad en cualquiera de sus manifestaciones, como un acto de intercambio voluntario y autístico, sino que se enmaraña y superpone sibilinamente con una un ataque directo a la Propiedad de la Personas, a través de la imposición de una ética heterónoma; es una consecuencia del Nihilismo destructivo del Sermón de la Montaña (versión San Lucas) que implantaría el reino del Jesús-Dios en la Tierra; es pura escatologia.
      Un saludo

    • Es usted muy hereje, señor
      Es usted muy hereje, señor Crego. San Martín Lutero solo quería sacar de la biblia la epístola a los hebreos y el apocalipsis. ¡Pero usted quiere cepillarse uno de los cuatro evangelios!
      Los neokantianos recuerdan al gran Jefferson, que pergeñó una biblia sin milagros. Si los milagros de las sagradas escrituras son demostraciones del poder de Dios, entonces una biblia sin milagros es una biblia sin demostraciones. Lo que resulta muy retorcido hasta para los masones.
      Sospecho que en el futuro la religión católica será más china que europea. Es la dinámica de los imperios ascendentes: sincretismo acelerado, usurpación y caricaturización del pasado, la cual debe ser sustituida por una historia científica aprobada por la autoridad competente, que es hija de otra autoridad mayor, y esta de otra, y así hasta ese falso infinito que es el capricho de un ambicioso desalmado, un impío con halitosis, un cojo que se cree un piernas, un mono con ínfulas de oso. Con esa aberración se siembran la semillas de futuras guerras. ¿Cuántas veces hemos repetido ya este bailecito?

    • ¡»Dios» me libre de tocar los
      ¡»Dios» me libre de tocar los Evangelios!; ¿a que se iban a dedicar los Sofistas y los Hermeneutas?. Aquellos son al Cristianismo, lo que la Torá es al Judaísmo; ahora bien, la Torá recoge muchos hechos rigurosamente demostrados por numerosos arqueólogos; es el gran «defecto» de los Judíos; su amor por la verdad y por el empleo sistemático de la razón (¿si no, cómo iban a crear el concepto de DIOS?), incompatible con la superstición y la «milagrería» que puede derivar en pingües beneficios para algunos a cuenta de la siempre incauta “plebe”; y por supuesto, soy un hereje Agnóstico (en el sentido Kantiano); ahora bien, puesto que , como Vd. bien sabrá, este término es de origen judío vamos a dejarlo en que soy un simple y “mortal pecador”.
      Un saludo.

    • Ser un pecador le libraría de
      Ser un pecador le libraría de sus pecados… lo que no tiene remedio es su verborrea. Infumable, Sr. Grego

  4. Aunque es como un pollo sin
    Aunque es como un pollo sin cabeza y el coco de algunos liberales de salón , en esta cuestión, yo estoy de acuerdo con él, salvo en que no se extiende a todos los departamentos de la ONU y no es definitiva; sin duda, contribuiría a reducir eso que muchos cursis y analfabetos funcionales , cuando hablan de «macroeconomía», llaman aleatoriedad y que un físico, el de verdad, llama propiamente entropía basada en la premisa de la ergodicidad (en esencia, que cada elemento de la clase tiene exactamente la misma probabilidad de frecuencia que la clase a la que pertenece; el resultado de tirar simultáneamente 100 dados homogéneos, Espacio de fases, es igual a lo largo del tiempo que el de tirar un solo dado 100 veces):

    «Trump suspende la financiación a la OMS por haber “promovido la desinformación de China” sobre el Coronavirus»

    15/04/2020 IN MUNDO

    Artículo original de Noticias de Israel: https://israelnoticias.com/internacional/trump-suspende-financiacion-oms-china-coronavirus/

  5. Así, que los católicos somos
    Así, que los católicos somos ahora Sofistas ,relativistas . D.Andres le vendría muy bien repasar a Platón , también las claras sentencias del Evangelio,otra cosa es el avispero del Papa Francisco sin duda no ha leído en su vida un libro de macro .

  6. Si, Samuelson Norhaus hace
    Si, Samuelson Norhaus hace unos 20 años,ademas de leerlo lo estudie, ; con las «lecturas» hay que tener mucho cuidado; recuerdo que con 21 años , me tuve un atracon con el Capital de Marx , de origen judio pero antijudio, y me converti al comunismo; ya ve vd. ; que imbecil fui.

  7. La Iglesia católica considera
    La Iglesia católica considera moral la institución del impuesto. De aquí se explica que no tenga reparos en aceptar dinero confiscado por los gobiernos y que opine sobre cómo estos deberían gastar ese dinero.

    La Doctrina Social de la Iglesia justifica la violencia estatal y ha hecho propio el lema de Maquiavelo: el fin justifica los medios.

  8. El impuesto necesario para
    El impuesto necesario para gastos necesarios es defendido por los liberales,no entiendo como encajar en esto a toda una teoría maquiavélica contra nosotros los cristianos.

  9. Aprovechando el coronavirus
    Aprovechando el coronavirus para atacar? Penosos los comentarios y el artículo… alguna de sus excelsas sabidurías saben realmente de qué están hablando?
    Por cierto, si este es el calado de los artículos que escriben, acaban de perder todo mi interés.

    • Un resumen de la autocrítica
      Un resumen de lo expuesto por Vanessa (minuto 38′):
      [El problema está en…] cómo gestionamos la fragilidad de la psique humana. Se ha abandonado la confianza en el individuo.
      «Cuando nosotros dejamos en manos de la izquierda la educación (te han privado de toda experiencia individual, todo ha sido colectivo) entonces los chicos ya no tienen la experiencia del individuo, de sí mismos, y luego ya no pueden afirmar una dignidad anclada en su propio pensamiento-juicio-experiencia… individual.»

      Comparto las opiniones tanto de Vanessa como de Pilar.

    • Aquí Vanessa Kaiser imparte
      Vanessa Kaiser «Violencia universitaria» (Fundación para el Progreso, Chile):
      https://www.youtube.com/watch?v=AtjbI998La0
      (me atrevo a enlazar este video por su interés, aunque solo toca lateralmente el tema tratado en el artículo de Jaime Juárez y la discusión posterior)


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