Skip to content

En la privacidad de los consumidores está la clave

Compartir

Compartir en facebook
Compartir en linkedin
Compartir en twitter
Compartir en pinterest
Compartir en email

La única forma de proteger a los consumidores es promover la innovación y fomentar vidas digitales seguras.

El Gobierno saliente de las próximas elecciones del 10 de noviembre (si consiguen ponerse de acuerdo para gobernar), va a tener que enfrentarse a una serie retos provenientes del campo de la ciberseguridad.

No menos importante es el ámbito del 5G, en el que la Unión Europea se ha visto sometida a una presión cada vez mayor por sus homólogos estadounidenses para adoptar una posición hostil contra las nuevas tecnologías que provienen de los países asiáticos.

En toda Europa, siguiendo una recomendación de la Comisión para un enfoque común de la seguridad de ese tipo de redes, los Estados miembros han presentado recientemente evaluaciones de riesgos nacionales, proporcionando una visión general de sus preocupaciones más urgentes en el desarrollo futuro de la infraestructura 5G. Estas evaluaciones se incorporarán a la siguiente fase, una evaluación de riesgos en toda la Unión, que se completará antes del 1 de octubre de 2019. Esto, según la Comisión, será el primer paso para implementar una estrategia de seguridad cibernética real en la UE.

Pero ¿qué tan importante es eso para los usuarios y consumidores de a pie? No hace mucho tiempo escuchábamos las noticias sobre vendedores de países no muy liberales involucrados en escándalos como el de las puertas traseras en la red de fibra de Vodafone Italia proporcionada por Huawei.

Estamos mutando hacia una sociedad en la que los dispositivos conectados serán parte de nuestra vida cotidiana (y en gran medida ya lo son): desde luces hasta cerraduras inteligentes para el hogar y automóviles conectados. Es lo que se conoce como IoT (Internet of Things o internet de las cosas en español). Y la privacidad y la seguridad de la red serán todavía más fundamentales para la vida cotidiana de los consumidores.

Según una investigación realizada por Berg Insight, a finales de 2017 había un total de 22,5 millones de hogares inteligentes en Europa. Sin embargo, pronosticaron que este número aumentaría a 84 millones a fines de 2022, lo que representa una penetración en el mercado del 35%. A este número, además, hay que agregarle los 45 millones de hogares inteligentes que había en Estados Unidos a fines de 2017.

Los consumidores desean confiar en su proveedor de red para mantener lo que sucede dentro de sus edificios inteligentes en privado y almacenado de forma segura. Por esta razón, la seguridad debe ser una característica definitoria de los estándares y normas que rigen la cadena de suministro global de las TIC, así como las piezas individuales de software y hardware de las que dependen las empresas y los consumidores. Y la inacción gubernamental en esta materia arriesga la capacidad de ejercer una elección informada en los productos y servicios críticos de 5G y otras TIC.

Algunos de los Estados miembros más grandes de la UE, como Alemania, Italia e incluso España, han utilizado las subastas de licencias de uso de espectro como una fuente de ingresos para sus presupuestos nacionales. Esto ha llevado a la consecuencia no deseada de que muchos operadores tengan problemas de liquidez y tiendan a buscar el proveedor más barato y menos fiable. Esto nos ha traído una dependencia tóxica de muy pocos proveedores, algunos de los cuales operan con motivaciones cuestionables.

Si el próximo Gobierno quiere tener éxito asegurando el ecosistema digital, debe coordinar los estándares técnicos para la interoperabilidad, así como las soluciones de código abierto más fiables, y promover un entorno basado en la transparencia y la confianza en el que se implementen reglas de responsabilidad para operadores y compañías que revenden software y dispositivos que exponen a los consumidores al riesgo de interferencias maliciosas e ilegales. Esta es la única forma de proteger a los consumidores, promover la innovación y fomentar vidas digitales seguras.

 

2 Comentarios

  1. Muy buena reflexión . Muy de
    Muy buena reflexión . Muy de acuerdo. Este autor piensa como un verdadero liberal . Sin embargo, en otros medios liberales españoles de importancia liberal como «Disidentia» he leído artículos semejantes a este en los que el analista defiende a ultranza la hegemonía del gobierno central español atacando a la secesión como «digitada por astutos e inescrupulosos políticos» . …..Lo que no deja de ser muy cierto en lo referente a la clase nefasta de los peores a la cabeza,. Pero esto deja en el camino el fin ultimo del individuo de tener algo mas de voz y movilidad . Un empresario , tanto catalán como español debería ver con buenos ojos la debilitación del federalismo hegemónico sobre los estados– comunidades. Montsquieu en su «Espíritu de la leyes» expresó: ..» Es natural para una República tener solo un pequeño territorio….ya que , con grandes y gloriosas fortunas hay tendencia a poca moderación y se tiende a oprimir al ciudadano en el propio interés del gobierno….. en la pequeña República el interés de lo publico es mas fácilmente percibido , mejor comprendido y mas dentro del alcance de todos los ciudadanos ..»
    Esta es la filosofía política de un pensador del siglo XVIII, muy aplicable a la situación del federalismo de Madison que llevo al absolutismo militarizado -electo- de la socialdemocracia estadounidense de hoy .
    Los disidentes antifederalistas que SI preveían esto, como Robert Yates, quedaron en el camino de los extremistas de hoy . Hoy Yates hubiera quedado detenido por innumerables delitos legalmente inventados por la legislación «de los comunes» del Leviatan para su permanencia en el poder.

    • P.S.
      P.S.
      Perdón : Este comentario va al pie del articulo de Jose Cabrera «Jurisdicciones solapadas en competencia….»


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más artículos

Sobre la libertad económica en Europa

Según el último Índice de Libertad Económica publicado por la Heritage Foundation, algunos países europeos se encuentran entre los primeros lugares a nivel mundial.