Skip to content

Sobre el autobús del odio

Compartir

Compartir en facebook
Compartir en linkedin
Compartir en twitter
Compartir en pinterest
Compartir en email

La actuación de la Delegación del Gobierno, la Fiscalía y la Comunidad de Madrid, censurando el autobús de Hazte Oír, constituye un gravísimo atropello liberticida.

Unas pinceladas sobre la polémica que ha suscitado el autobús de Hazte Oír:

1) A favor de cualquier manifestación de ideas, que nunca debería ser objeto de delito. La libertad de expresión entendida como el derecho a proclamar sin restricciones las propias creencias en el marco de la propiedad privada o comunal (si las calles fueran privadas no habría lugar a ninguna polémica de este tipo, pero ese es otro debate).

2) A favor de que la educación sea totalmente privada para evitar así que los políticos puedan llevar a cabo campañas de ingeniería social y propaganda (sean las que sean: ni es admisible que el Estado adoctrine en la moral católica ni en la ideología de género) sobre los niños. Los únicos legitimados para educar a los hijos menores de edad son los padres o tutores.

3) La actuación de la Delegación del Gobierno, la Fiscalía y la Comunidad de Madrid, censurando el autobús de Hazte Oír, constituye un gravísimo atropello liberticida.

4) La discusión en torno al autobús debería centrarse, por tanto, en el fondo de la frase de marras: «Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo».

5) La frase, que adolece de todo el trazo grueso que se quiera, es cierta, como mínimo y tirando por lo bajo, para el 99,99% de las personas.

6) El muy reducido porcentaje restante de seres humanos nace con el trastorno congénito de la incongruencia de género (Síndrome de Harry Benjamin) o padece la condición de disforia de género (personas que se sienten del sexo opuesto al que indica su anatomía externa).

7) La mayor parte de las personas en esa situación acaban adecuando su sexo a su anatomía externa una vez pasada la pubertad. 

8) Estas personas deben poder elegir libremente, junto con el apoyo de sus padres, qué hacer con su vida y, en todo caso, merecen, dado su peculiar estado de vulnerabilidad y ostracismo, toda la comprensión posible por parte del conjunto de la sociedad.

9) Más allá de esas situaciones extremadamente excepcionales, resulta una obviedad que el ser humano, biológicamente, responde a un esquema binario de hombre y mujer.

10) Considerar que en circunstancias normales las personas elegimos nuestro sexo es una estafa anticientífica, pura ideología de género.

20 Comentarios

  1. «Los niños tienen pene, las
    «Los niños tienen pene, las niñas tienen vulva.» es una falacia de verdad a medias ya que aunque la afirmación es verdadera para la inmensa mayoría de los individuos, induce a creer que siempre es así para la totalidad de los mismos. El mensaje, efectivamente, si esconde –como un hipopótamo detrás de una señal de Stop– un mensaje de negación y odio hacia los individuos para los que la afirmación no se cumple.

    Decir que la frase «es cierta, como mínimo y tirando por lo bajo, para el 99,99% de las personas» es pura demagogia. La realidad que se discute no es la de ese 99,99%, sino la del 0,01 % restante. Siguiendo el mismo planteamiento demagógico se podría afirmar que ETA no asesinó a personas, pues esta afirmación se cumple para el 99,99999… % de las personas.

    • Desde mi punto de vista, el
      Siento disentir, el simil de ETA y los muertos, no solo no es cierto, sino que no es acertado.

      Desde mi punto de vista, el afirmar que el hombre tiene pene y la mujer vulva, no es demagogia, es mera constatación de la realidad. Quizá falte decir que aquellos hombres que tiene pene y, o bien se lo cercenen, o bien lo detesten, no por ello dejarán de ser lo que son, pero que podrán tener tendencias y pensamientos, que no corresponderán con su género; e idéntico planteamiento en el caso de las mujeres. En ambas circunstancias se plantea la existencia de la homosexualidad.

      No obstante, sigo pensando que se nace hombre o mujer y se podrá prácticar el sexo que se quiera y con quien se quiera, pero no por ello se dejará de ser lo que uno es. Y por mucho que se empeñen determinados grupos de presión, no podrá ser natural, lo que en la naturaleza no existe de forma espontánea. La homosexualidad tan solo se da en muy pocas especies, y salvo en aquellos casos de hermafrotismo, lo habitual un porcentaje cercano al 99.99% es la heterosexualidad.

      Así te diré, que creo que el articulista, acierta cuando dice que 99.99% de los seres humanos, nacen bajo una de las dos opciones posibles: hombre o mujer.

    • Juan Castedo; me parece que
      Juan Castedo; me parece que esta usted esta forzando la lógica. Si decimos que una mano tiene cinco dedoe s, no creo que estemos faltando el respeto a los que tengan polidactilia (más de 5 dedos) o menos. El problema es que la «ideología de género» menospreciaría esas estadísticas (incluso no las creería) y afirmaría que la cuestión es que el género es una construcción social y que nacer con pene o vulva es una detalle anatómico tan indiferente como ser rubio o moreno. Pero eso choca con la realidad y con su misma propuesta, consideran por ejemplo de gran importancia las operaciones de cambio de sexo, pero si «algunos niños tienen vulva» y «algunas niñas tienen pene», no debería ser tan importante puesto que si es tu voluntad la que determina el género la transexualidad no debería implicar operación.

  2. El articulo es perfecto nada
    El articulo es perfecto nada que añadir es como cuando tomas un medicamento y tiene a veces efectos secundarios llamados muy raros advertidos por el laboratorio pongamos en 1/200.000 y las amenazas de la Comunidad de Madrid a un Colegio Concertado con quitarle la subvención si no aplica indiscriminadamente su ley sobre la transexualidad es arbitrario,muy raro.

  3. aunque puede ser más exacto
    aunque puede ser más exacto el afirmar que los varones nacen con el esquema cromosómico XY en todas sus células y las mujeres el esquema XX. el sexo es cromosómico, por lo tanto no se puede cambiar por esa tan contundente razón.

  4. «Los niños tienen pene. Las
    «Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre, eres hombre. Si eres mujer, seguirás siéndolo».

    No es una frase sino varias. Una es un imperativo o apelación a que no te engañen; que no te engañen otros, deja que te engañemos nosotros, o autoengañémonos juntos.

    Las otras cuatro son todas falsas y sufren de serios problemas lógicos y ontológicos fruto de una inteligencia limitada y sesgada. Hay implícita una universalidad que no se cumple por unos pocos casos que resultan ser muy relevantes. El que afirma una universalidad es el responsable de probarla, y basta un solo caso para falsificarla. El problema ontológico es que parece muy claro qué es un hombre y qué es una mujer y resulta que no es así, que esa dicotomía simplista no se corresponde con una realidad mucho más compleja: una cosa es el genoma (donde hay más de dos sexos porque no sólo hay XX o XY), otra los genitales (que a veces no están claros) y otra la identidad sexual percibida en el cerebro (y no hablo de la orientación sexual). Hay también un tufillo reaccionario: no puedes cambiar lo que eres. No sólo no tienen la inteligencia necesaria como para tratar problemas complejos de esencia y naturaleza, sino que además aseguran rotundamente que no se puede cambiar. Sólo un ejemplo interesante de que sí se puede cambiar: Deirdre McCloskey.

    Y una lectura: Evolution’s Rainbow, de Joan Roughgarden (obra problemática pero informativa).

    Más: la transexualidad y la homosexualidad son temas diferentes; en la naturaleza existe una diversidad sexual enorme; la homosexualidad se da en muchas especies; por favor, no hablen de ciertos temas sin saber, que quedan en evidencia.

    • Estimado Francisco,
      Estimado Francisco,
      En primer lugar, debemos distinguir el contexto en el que se trata este tema. Es decir, HazteOir no pretende argumentar ni lógica ni ontológicamente en un paper para ser publicado en una revista científica, sino que pretende concienciar a la sociedad de que la ideología de género que las élites políticas transmiten dogmáticamente no es tan correcta. Debemos diferenciar unas soflamas contra una ideología que les parece que está destruyendo la sociedad de la postulación de una tesis en un trabajo académico.
      En segundo lugar, entiendo el problema ontológico que encuentras, pero no me parece correcta o bien tu utilización del concepto de «problema lógico» o bien tu argumentación. Por lo menos en lógica clásica me parece un argumento válido.
      Un saludo.

    • Admirado Capella.
      Admirado Capella.

      Entiendo que el debate planteado por Jose Augusto no hace referencia ni a la gramática (una frase, más de una, tiempos verbales imperativos o no, etc) ni a la lógica (premisas falsas, conclusiones erróneas, casuística, cisnes negros, etc). Todo eso está muy bien para una discusión académica, bastante pedante, por otra parte.

      Pero la polémica subyacente es bien distinta: el mensaje de Hazte Oír es una reacción a un mensaje previo, y por lo tanto, hay que contextualizarlo, puesto que sin el primero, no sabríamos cómo habría sido el segundo. El hecho que denuncia el autor, entre otras cosas, es que sólo se prohibió uno de los canales de comunicación utilizados para hacer llegar sendos mensajes al conjunto de la sociedad. Justamente, y no por casualidad, el que era políticamente incorrecto.

      Y luego habrá quien se extrañe de que ganen Trump en Estados Unidos o el Frente Nacional en Francia…

  5. a todos los intransigentes
    a todos los intransigentes les pongo un video de hace 15 años
    titulo Las Chicas no tienen pilila – Los Inhumanos
    https://www.youtube.com/watch?v=VTS86RVK_Kc

    no vi llámate a estos cantantes ultracatolicos , nazis ni nada parecido, que ha cambiado ahora, ¿les salio pito a las niñas? ya a ser que no, que siguen sin pilila

  6. Bravo, José Augusto, eso es
    Bravo, José Augusto, eso es poner los puntos sobre las íes.

    Nos ponemos estupendos analizando con lupa y criticando pedantemente un simple reclamo publicitario como si de otra cosa se tratara, cuando el contexto en que se debe interpretar salta a la vista: denuncia de las burradas delirantes de la ideología de género con que se pretende adoctrinar violentamente en los colegios. Como asegurar que la identidad sexual es independiente de los caracteres sexuales. Eso es un absurdo y una mentira grotesca, por mucho buenismo con que se diga, que nada ayuda a los transexuales sino que los asocia con la sinrazón, el desafuero más ridículo y el despotismo verbal.

    A la izquierda totalitaria nada le preocupan los transexuales sino manipularlos sin ningún escrúpulo para consolidar vías de inoculación de una corrección política que destruya la libertad y el pluralismo. Cuando alguien ose denunciarlo, será tachado de fascista, racista, patatín y patatán. Parece mentira que no los conozcamos. Los de HO señalan la Luna y algunos miran, inteligentes que son, el dedo, lastrados de prejuicios y juicios de intenciones.

    No sé ni me importa qué malvados propósitos de destruir el mundo abrigará HO ni las pérfidas ofensas subliminales que puedan esconderse tras sus sonrisas. No voy a lincharlos sin más base que especulaciones y paranoias interesadas. Por el contrario, el amordazamiento criminal y la orquestada campaña de infamias que han sufrido sí que es una realidad bien tangible.

    Y luego viene el otro muy serio recriminando que decir en un spot que la gente es maravillosa o desayuna todos los días deviene pura demagogia como afirmar que ETA no asesinó a personas. Eso es una simple y clamorosa mentira y no demagogia. Demagógico es el “razonamiento” falaz y estúpido con que se retuercen las cosas. Lo que no se cumple para la mayoría de las personas es la afirmación “ETA le asesinó a usted” -no “ETA no asesinó a personas”-, por lo que se podrá afirmar que la mayoría no ha sido víctima de ETA; análogamente, puesto que no se cumple para la mayoría de los machos la afirmación “tiene vulva”, se podrá afirmar que los que la tengan se salen de la normalidad. ¿Sería más políticamente correcto afirmar que los machos con vulva se salen de la normalidad?

  7. Todos los seres humanos
    Todos los seres humanos tienen una inteligencia limitada. ¿Hay que demostrarlo?

  8. Paco, nada que objetar,
    Paco, nada que objetar, especialmente en lo que respecta a las dos últimas frases del autobús.

    Puedes hablar de prejuicios y de desinformación, pero si se es justo, prejuicios y desinformación hay en los dos bandos. Además de bastante frivolidad: parece bastante serio el tema como para despacharlo con las sandeces del autobús previo.

    Sobre la universalidad, sabes que las categorías sirven para lo que sirven: si no gustan o no son útiles, prescindimos de ellas (si es que de forma universal podemos impedir mediante la iluminación de la razón el uso de categorías). Anomalías hay siempre (0,01%, 1%, 10%…). Créeme que yo las tengo, como las tienes tú. En los campos que sean, pero seguro que somos outliers en algo. Es más, seguro que en muchas cosas. El tema, a mi modo de ver, es si hay que montar todo este cirio pascual por un 0,01%. Si hay que hacerlo por este 0,01%, habrá que hacerlo por cada 0,01%. Mi duda es si es «inteligente» que las «inteligencias» de los españoles estén en pleno debate público estos días sobre la preponderancia pública que hay que dar a este porcentaje de la población. Jose Augusto lo ha puesto ahí: es jodido, y seguro que mucho, ser un 0,01%. Es jodido ser el 0,01% en cualquier cosa. Es jodido que algo en ti no encaje en lo que en teoría es la norma social: esto le pasa a un transexual como a un gordito, a un asperger, a un enano, a un Gasol, a un ciego, a un cuatro ojos, a uno que se mea por las noches, a un asexual, a un homosexual, a un pajero irredento, a un feo, a un deforme, a un cojo, a un asocial, a un beato obsesivo, a un albino, a alguien de una raza donde predomina otra, a un español en ciertos pueblos del País Vasco, incluso a un liberal o un «contrarian», puestos a decir.

    La solución a la que está abocada hoy la sociedad siguiendo esta lógica que marca este lobby es a que para cada «rareza» de esas que tenemos cada uno de nosotros tenga que surgir un lobby furibundo que, con mucho «ji, ji, ja, ja, qué fachosín que eres», asalte las arcas públicas y pretenda que todo el país gire alrededor de sus reivindicaciones. No sólo es, puesto que no se trata de reivindicaciones (que ciertamente no sé cuáles tienen que ser aparte de operarse -ya pueden hacerlo con cargo al presupuesto además- si les viene en gana y reunirse con quien gusten), sino de andar soltando monsergas al resto de la población, a la que quieren sin duda adoctrinar en algo. Por cierto que tú lo has dicho con el ejemplo de McCloskey: ¿McCloskey no decidió que su genitales no se correspondían con el sexo percibido? Lo que hizo es adecuar cerebro y genitales para que fueran concordantes (vagina=mujer). Eso es lo que hace un transexual precisamente. Podría contentarse con su naturaleza biológica (dado el «multiverso» sexual existente), pero decide cambiarla.

    Empecemos diciendo que la vida es jodida, y luego veamos con qué clase de compasión tratamos todo lo que es «raro» o anómalo. Me parece de una frivolidad tremenda cómo tratan estos temas ellos mismos muchas veces mezclándolo todo precisamente.

    ¿Y por qué no se llenan las clases de asignaturas relativas a los 0,01% de otros segmentos de población con diferencias de algún tipo? Precisamente por eso (entre otras cosas), se defiende el mercado de manera firme: porque en mercados abiertos, con gran cantidad de población, globalizados, lo raro es menos raro. Porque gracias a la hiperespecialización, lo raro puede tener mucho valor de hecho en la economía y se deja de ser un paria. Y porque también gracias a la globalización, ya no se está tan solo en la rareza. Se descubre que hay muchos parecidos con quienes se tienen elementos en común y cosas que compartir (y no sólo eso, gracias a lo mismo, hoy día el coste de atender con productos y servicios a nichos de mercados -los raros, vaya- afortunadamente cada vez es menor -innvaciones, productividad, mercados globales, larga cola de Anderson-, por lo que están mejor surtidos, más satisfechas esas demandas).

    Qué tiene eso que ver con meter hasta en la sopa ideología de género. ¿No puede contentarse la gente con ser lo que es y con compartir lo que quiera compartir con gente con la que esté a gusto? A mí qué demonios me importa qué haga alguien en su vida privada, con quién o qué se acueste o cómo defina o redefina su cuerpo. No necesito escuchar sistemáticamente cómo autojustifica la gente sus decisiones: que las tome y ya. Y tampoco tengo que soportar pagar con dinero propio lo que me parece fruto de un execrable abuso de los grupos de presión: imponer una ideología concreta en los colegios dando pábulo en este caso particular a una materia (la sexual en general) por la que una gran parte de padres no llevan a sus hijos al colegio (no les interesan estos temas en ese foro y se imponen -como todos los demás, claro-, pero algunos interesarán más a padres, errados o no). Y si además creo que el mensaje intolerante y de odio está inserto en esa agenda política (como pasa con la izquierda en general), me preocuparé de ello especialmente, y me preocuparé de denunciarlo.

  9. El artículo de Jose Augusto
    El artículo de Jose Augusto tiene muchos puntos valiosos, de hecho la mayoría de ellos lo son. En un próximo artículo en el IJM espero tratar este tema más en profundidad.

    El rigor en la argumentación no es algo reservado para las revistas científicas, y no cuesta tanto; lo que pasa es que la gente hace trampas, y lo sabe pero luego se inventa excusas a ver si cuelan. A los simpatizantes además les gustan las trampas porque quieren ganar y no jugar limpio.

    Lo de la ideología de género como fuerza más destructiva tiene mucho de espantajo paranoico agitado por los sectores más carcas, reaccionarios, rancios e histéricos de la sociedad. Y de señal de superioridad moral y carácter profético.

    El liberalismo no es conservadurismo, y mucho menos este.

    En este asunto hay una negación de la existencia de ciertas realidades minoritarias, porque incomoda aceptar que existen, o porque se tiene un miedo atroz a que hablar de ciertos temas pueda influir perjudicialmente sobre los niños: es curioso que quienes se fijan sólo en los genes o los genitales al hablar de sexo (además sin profundizar), parecen creer que el cerebro de un niño es infinitamente plástico y manipulable y va a ser pervertido, confundido o distorsionado por conocer ciertas realidades; la extrema derecha le está dando la razón a la extrema izquierda sobre la influencia de la cultura y el entorno ambiental al temer que se trata de hacer a los niños homosexuales, transexuales o indiferentes. También es interesante comprobar cómo las apelaciones a lo natural a menudo proceden de creyentes en lo sobrenatural.

    Libertad, mercado: sí. Subvenciones a minorías: no. Reconocimiento de realidades que algunos quieren esconder bajo las alfombras: sí.

    En la sociedad libre no es que los raros sean más o menos valiosos: es que tienen derecho a existir y manifestarse aunque a muchos les molesten o repugnen.

    ¿Alguna cita o referencia rigurosa de que la educación pública está intentando pervertir a la infancia, por favor?

    • No sé si pervertir es el
      No sé si pervertir es el verbo adecuado, pero si lo sustituyes por manipular, creo que no te hará falta pedir citas o referencias de lo que supone la educación pública: tú mismo, abriendo los ojos para ver y leer, te podrás dar cuenta…

    • Con todos mis respetos, creo
      Con todos mis respetos, creo que si no quiere generalizaciones no debe generalizar. Hay mucha gente que ni es carca, reaccionaria ni de extrema derecha que se ha sentido ofendida por aquellos que de la noche al día intentan redibujarnos el mundo en nombre de la excepción, imponiendo esta, o intentándolo, allí donde ni unos ni otros debieran meter sus ideologías con calzador a niños que, no nos olvidemos, enviamos a los colegios para otras cosas que ser ungidos por todo tipo de profetas de lo nuevo o lo viejo. Vd, parece, pretende que demos carta de naturaleza y naturalidad a una cuestión que, en primera y última instancia, sólo compete a padres o tutores decidir si es lo que quieren que se les explique a sus hijos de acuerdo a sus propias convicciones. No entiendo muy bien su postura, pues diría que intenta convencernos de que lo auténticamente liberal es aceptar lo que cualquiera imponga, incluso siendo una minoría residual, por mucho que incluso así la respetemos. Como bien dice Rallo: «el respeto se gana respetando». Y si la parte que constituye la minoría no está dispuesta a respetar, ¿tenemos acaso que aceptar que nos impongan sus ideas so pena de evitar que se nos tilde falsamente de homófobos?

  10. Por supuesto que los niños
    Por supuesto que los niños tienen pene y las niñas vulva; si no fuera asi (dejando a un lado los hermafroditas) a la hora de nacer en nuestra acta de nacimiento jamas podria asignarsele sexo a los recien nacidos, si no fuera asi, el pediatra tendria que esperar a que el crio se puber para preguntarle de que sexo considera él que es; de hecho incluso para asignarsele genero a los hermafroditas, les practican un estudio genetico que detemina cual es el género biologicamente dominante y con ese criterio determinan si es hombre o mujer. Ya da pena decir que uno es heterosexual porque ya luego lo tachan a uno de intolerante con los gays.

    • Sobre eso he escrito un
      Sobre eso he escrito un relato breve con pocas pretensiones, si acaso la de demostrar que, efectivamente, sería imposible salvo en lo absurdo registrar a un recién nacido. http://www.gallegorey.WordPress.com

  11. Imagino que he de darme por
    Imagino que he de darme por aludida:

    – Ataques ad hominem para refrendar tus posiciones, bueno, ya sabes, todos los años nos hablas en la universidad de estas cosas. O Luigi también lo ha comentado. Tú verás.

    – Liberalismo conservador: de nuevo, imagino que lo dices por mí. Nunca habrás escuchado salir de mi boca esa afirmación. Ahora compruebo, desconcertada, que el liberalismo es progre. Si entramos en este terreno, dos cosas: o entro al asunto o me voy. El liberalismo es liberalismo y en lo moral o entornos familiares, de amigos, de afinidades, cada cual elige lo que quiera. A mí esto de decir qeu se es antinacionalista, antiestados y luego argumentar que la moral social ha de ser única y exclusivamente la que emana de nuestra mente (que, como bien sabes, está condicionado por las propias fobias y filias personales), me parece muy peligroso, me parece de ingeniería social repugnante, me parece antiliberal, me parece sumamente colectivista y me parece de ungido. Y a mí esto es lo que me está preocupando de todo esto: la falta de respeto por las minorías con esas posturas de imposición de un pensamiento (moral y linchamiento) único dentro de las fronteras asfixiantes que nos marca «España». Hay muchos liberales de corte más tradicional: no es precisamente una novedad. Yo, no creas, no lo soy, porque me defino antes como individualista que como liberal incluso: no suelo pensar demasiado en el orden social, más bien en mi intimidad. Así que no oirás afirmaciones mías diciendo que tales o cuales entornos son mejores para la sociedad. Más allá de eso, yo en público nunca me he significado, en privado, hago lo que me da la gana (como el transexual lo hace), te parezca repugnante o no.

    – Repugnancia: ¿he hablado yo de repugnancia? Yo puedo decirte exactamente lo mismo pero al revés. ¿Analizas lo que dices? ¿Analizas cómo tus sentimientos de repugnancia condicionan tus análisis, sobre todo cuando ves una cruz delante? De verdad que me da igual qué condicione a la gente o qué no hacia cierto tipo de argumentación, pero intenta no acusar a los demás cuando nunca me has escuchado decir nada al respecto, mientras que yo lo hago continuamente saliendo de tu prolífica boca. Lo tuyo es puro sesgo emocional.

    – Y hablando de sesgos, en este caso contra las mujeres. Una parte importante de tu primera réplica se centraba en la importancia del 0,01%. Te cito, ayer mismo:

    «Se ha denunciado que el número de víctimas de estos crímenes es inaceptablemente alto, que una sola víctima ya es demasiado, y que se trata de un problema que afecta o debe concernir a todos. Obviamente para las víctimas y sus allegados esto es un problema muy grave. Sin embargo estos problemas son localizados, la mayoría de la sociedad no los sufre directamente, y las posibilidades de ayudar son limitadas e imperfectas. Las campañas de sensibilización suelen ser poco realistas y efectivas y sirven más como señal de superioridad moral».

    Será porque la única mujer a la que admiras es McCloskey, no sé…, y las mujeres no necesitan la atención que merecen otros.

    – Sobre minorías y mercado: bueno, eso lo dices tú, claro. Tiene varias utilidades: las que tú expones, las que yo expongo.

    – Sobre dar citas de que se mete sexualidad en las clases, eso se empezó a hacer en mis años. De todos modos, si no eres muy consciente, la reacción de hazte oír es por eso mismo. Aparte yo no he dicho más que quienes son padres (no lo soy, por cierto, ni soy nada de familias tradicionales porque no estoy muy apegada a niños ni tengo interés en tener familia; así de rara -indivdiaulista- soy, ya sabes, pero no monto un lobby ni hago campaña pública o en colegios para que todos sean como yo) pueden no querer esas asignaturas…

    Aquí estamos perdiendo el norte:

    – Se impone un ideario en el colegio (primera agresión)
    – No te permiten ni expresarte ante ese hecho (segunda agresión)
    – La culpa resulta que es de quien no se pliega y argumenta lo que argumente (errado o no).

    Si este orden de cosas se diera al revés: con el lobby siendo el agredido aun cuando esgriman argumentos dudosos, claramente sé de qué lado te pondrías. Llevas varias intervenciones sin ir al centro del debate, que es ese. Vamos a que son «rancios». Pues claro que lo son. Y los otros son «progres» o como quieras denominarlo. Hasta ahí podríamos llegar… A ver si no nos conocemos todos.

  12. – Ah, y te doy la razón en
    – Ah, y te doy la razón en algo: en eso que has denominado como dejar las cosas debajo de la «alfombra» o algo así. No con la inquina con la que lo has dicho («ay, fachillosita, qué casposita que eres»). Siempre me ha parecido que lo privado (se considere virtud o vicio) está bien que se mantenga en ese plano. Cierto es que esto nada tiene que ver con liberalismo, claro está. Mi afición al Real Madrid tampoco tiene que ver con ello. Yo creí que teníamos claro qeu liberalismo no lo es todo. Probablemente tenga que ver con mi carácter individualista, castellano y reservado. Y lamentablemente, que la gente no sea así en general (para mí es un lamento terrible que la gente no se meta en sus asuntos y deje los de los demás al margen) se debe a que mi carácter no es representativo del ser humano medio (o de la influencia cultural, mediática y política en él). Claro que el liberalismo también es otra anomalía social…

  13. —¿No han leído—replicó Jesús
    —¿No han leído—replicó Jesús—que en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer” (Mt. 19, 4)

    «Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. » (Gen 1, 26-27)

    Si despertara Juan de Mariana os daría en el capirote a más de uno…

    Saludos.


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más artículos

Sobre la expansión crediticia conjunta

Una de las críticas al argumento de la expansión crediticia simultánea es que, eventualmente, los medios fiduciarios emitidos en exceso acabarían siendo devueltos al banco (reflujo) mediante el mecanismo de las cámaras de compensación.