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Seis de los 10 hombres más ricos del mundo son hijos o nietos de inmigrantes

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Los únicos miembros de la lista que tienen raíces familiares ancladas en su país son Bill Gates, Warren Buffett y Amancio Ortega.

El fundador de AmazonJeff Bezos, se convirtió durante unas horas de la semana pasada en el hombre más rico del mundo, por delante de Bill Gates. Al menos así lo atestiguaron los rankings en tiempo real de las dos “biblias” en este tipo de listas: Forbes y Bloomberg. Era la tercera vez que una persona de origen español o latinoamericano conseguía, en lo que va de siglo, encabezar el listado de mayores patrimonios personales del mundo. Le han precedido Amancio Ortega (España) y Carlos Slim (México).

Bezos es hijo (adoptivo, su padre biológico era de origen escandinavo y abandonó a su madre cuando ella tenía 19 años) de un cubano, cuyo progenitor llegó al Caribe procedente de la provincia española de Valladolid. Tener unos orígenes familiares inmediatos ajenos al país donde nació e hizo su fortuna es una característica que comparte con más de la mitad de los miembros del Top Ten de multimillonarios que elabora Forbes. Seis de los 10 miembros de esa lista son hijos o nietos de inmigrantes. Si se les suma Mark Zuckerberg, cuyos bisabuelos llegaron a EEUU desde Alemania, Austria y Polonia, tan solo tres pueden decir que tienen sus raíces donde nacieron y viven.

Larry Ellison, un caso similar a Jeff Bezos

Los únicos miembros de la lista que tienen raíces familiares claramente ancladas en su país son Bill Gates, Warren Buffett y Amancio Ortega. Eso sí, ninguno de ellos procede de familias que tradicionalmente formaran parte de las grandes fortunas del lugar. El caso más similar al de Bezos es el del fundador de OracleLarry Ellison. Hijo de una adolescente soltera, su madre lo dio en adopción a su tía, casada con un inmigrante ruso que había adoptado el apellido Ellison en honor a la Isla Ellis, por la que entró a EEUU.

Otro hijo, en este caso biológico, de inmigrantes es Carlos Slim. Su padre, cristiano maronita, llegó en 1902 a México desde el Líbano sin hablar español. Aunque con el paso de los años consiguió convertirse en un próspero comerciante, jamás pudo soñar con una fortuna como la que amasaría el hoy sexto hombre más rico de la tierra.

Los hermanos David y Charles Koch comparten el octavo puesto de la lista de Forbes. Su patrimonio conjunto es de 96.000 millones de dólares (81.712 millones de euros), muy por encima de los 86.000 millones de dólares (73.208 millones de euros) de Bill Gates. Son nietos de un inmigrante holandés que se asentó en Kansas, cuyo hijo inventó un nuevo y eficiente método de refinar gasolina. El ranking finaliza con Michael Bloomberg, cuyos abuelo paterno y abuela materna llegaron a Estados Unidos desde Rusia.

Orígenes humildes

Ninguno de estos hijos y nietos de inmigrantes proceden de sagas familiares caracterizadas por su gran fortuna. En algunos casos se criaron en familias acomodadas, pero la mayor parte de ellos lo hizo en hogares de clase media, e incluso realmente pobres. Lo mismo puede aplicarse a los pocos miembros del ranking que hunden sus raíces en los países donde viven.

Todos ellos son la refutación viviente de la creencia generalizada de que la fortuna viene marcada por los orígenes familiares y que los apellidos de las grandes fortunas no varían con el tiempo. En sociedades abiertas con economías libres, hasta el hijo o el nieto de un humilde inmigrante puede llegar a amasar una gran riqueza si tiene iniciativa y buenas ideas.

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