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El peligro del populismo de derechas

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A día de hoy el liberalismo ya tiene la suficiente presencia en España como para servir de contrapeso a este tipo de ideas incorrectas y liberticidas.

Parece raro que después de asistir estos días a la crisis del PSOE, donde, según algunos analistas, casi se produce la implosión de uno de los dos grandes partidos españoles, venga a hablarles del peligro del populismo de derechas, en vez del de izquierdas.

En realidad está bastante relacionado; el PSOE era indiscutible hace apenas seis años en España. Era un partido socialista practicando una política socialdemócrata, y, por tanto, contaba con el apoyo de casi toda la izquierda del país y parte del centro. Aunque todo se iba torciendo cada vez más, nadie preveía todo lo que iba a venir en estos años: ultimátum de la UE, recortes en tabúes como las pensiones y los funcionarios, expulsión de la mayor parte de las autonomías y del gobierno central, movimientos sociales de izquierda que los equiparaba al PP, aparición de Podemos y riesgo real de convertirse en tercera fuerza política a nivel nacional.

Todo ello porque una crisis económica sin precedentes en décadas, unida a su propio éxito en sembrar una gran red de ideas y propaganda socialista en la sociedad, acabaron con el equilibrio de ser socialdemócratas de día y socialistas de noche. En la actualidad toca escoger, y ni siquiera ellos mismos saben qué hacer.

En la derecha el escenario es diferente, pero puede llegar a tener un final parecido. El PP se ha cuidado en toda su historia de no sembrar ninguna red de ideas en la sociedad, y de intentar echar sal sobre las ajenas. Es un partido formado por altos funcionarios del Estado y, por tanto, cualquier libro cuyo título no empiece por la palabra reglamento no tiene el menor valor. Pero eso no quiere decir que la derecha social no haya podido acceder a fuentes de ideas.

Como recogí el mes pasado, la derecha la forman tres corrientes principales: la ultraconservadora, con un ideario propio, la conservadora, sin más ideario que el estatus quo, y la liberal conservadora, con un ideario liberal en economía y variado en el resto.

El ideario liberal va avanzando y se han hecho progresos importantes en los últimos diez años, pero todavía sigue siendo minoritario y se encuentra en parte infiltrado por el ideario conservador y, en menor medida, por el ultraconservador.

Para los que estamos convencidos del poder de las ideas, el peligro en la derecha no procede de las gentes que no tienen ninguna, sino en las fuentes de ideas incorrectas, pero poderosas, que existen a día de hoy, y que pueden transformarse en más dañinas en el futuro.

Porque, sí, hasta ahora es cierto que las ideas ultraconservadoras de la derecha no han tenido mucho éxito en la población. La idea de España como referente máximo, la familia, rechazo al colectivo LGTB, el aborto, la ETA, el separatismo y, sí, todavía aparece de vez en cuando, Gibraltar, no son temas que muevan a las masas a día de hoy en nuestro país.

Pero todo puede cambiar si se dan dos circunstancias clave: colapso del PP y aparición de elementos en la derecha ultraconservadora que sepan mezclar algún gran impacto en su base social (crisis de refugiados, independencia de Cataluña, etc.) con posiciones en política económica más populistas que puedan atraer a otros sectores de la población más a su izquierda.

Son dos circunstancias que no parecen probables a corto plazo, pero que a medio sí pueden darse. Estamos a las puertas de un gobierno del PP (siglas que ya son sinónimo de corrupción) en minoría y entregado totalmente a la socialdemocracia, con un déficit insostenible y la amenaza de unas pensiones que van a tener que bajar, una tasa de paro que puede dispararse otra vez si se recula en las tímidas medidas liberalizadoras, y, por último, un absurdo sistema de financiación autonómico que es el mejor caldo de cultivo para que el nacionalismo (también el español) crezca exponencialmente según se va acabando el dinero.

Por otro lado, cada vez avanzan más las ideas populistas en la derecha. Muchas típicamente nacionales como el ya descarado nacionalismo español para responder a su homólogo catalán, pero otras, más peligrosas aún, potenciadas por su éxito en el exterior como el rechazo a los inmigrantes o el apoyo a la prohibición del burkini, que nace del rechazo al islam (islamofobia). Y ya mucho más transversales (se mueven por todo el espectro de la derecha y la izquierda): el apoyo a la Rusia de Putin, el desprecio por el libre comercio y la criminalización de los paraísos fiscales.

Aún faltan ingredientes para que un movimiento populista pueda emerger, pero el caldo de cultivo ya existe y sigue calentándose a fuego lento. Se aprovecha de dos ventajas: el foco está concentrado en el populismo de izquierda y en el independentista, y eso permite a muchas de sus ideas ir calando en la derecha social poco a poco aprovechando el frentismo actual. Y en tiempos de crisis y hartazgo político como los que vivimos, se alimenta de muchos de los sesgos que sufre la derecha: miedo al cambio, poner a los compatriotas (o culturalmente afines) por encima del resto, rechazo de culturas extrañas, etc.

Por suerte existe una forma eficaz de combatir esta amenaza: las ideas liberales. A día de hoy el liberalismo ya tiene la suficiente presencia en España como para servir de contrapeso a este tipo de ideas incorrectas y liberticidas mientras se están incubando. Sólo tenemos que expresarlas sin importar si vamos a ofender a alguien del que más tarde podríamos agradecer su apoyo para enfrentar ideas socialistas. Y del mismo modo, no tiene nada de malo coincidir con la izquierda en ciertos debates, por mucho que en otros temas no nos entendamos.

Además de difundir nuestras ideas ante un público demasiado acostumbrado a oírnos hablar sólo de economía, sirve para mostrar coherencia. Un arma bastante más efectiva de lo que comúnmente se cree.

7 Comentarios

  1. Por suerte existe una forma
    Por suerte existe una forma eficaz de combatir esta amenaza: las ideas liberales
    El efecto Dunning-Kruger
    La piedra filosofal.

    https://youtu.be/eLrmdICY_yE

  2. «Porque, sí, hasta ahora es
    «Porque, sí, hasta ahora es cierto que las ideas ultraconservadoras de la derecha no han tenido mucho éxito en la población. La idea de España como referente máximo, la familia, rechazo al colectivo LGTB, el aborto, la ETA, el separatismo y, sí, todavía aparece de vez en cuando, Gibraltar, no son temas que muevan a las masas a día de hoy en nuestro país.» «Muchas típicamente nacionales como el ya descarado nacionalismo español para responder a su homólogo catalán…»

    Oiga, ¿en serio? ¿Estar contra ETA es ser ultraconservador? ¿Descarado nacionalismo español? ¿Dónde?

    De verdad que a veces…

    • Me limito a enumerar las
      Me limito a enumerar las ideas que forman parte del discurso ultraconservador, y con las que no han tenido mucho éxito hasta ahora en política, no a censurar a todas, ni a decir que son exclusivas de este colectivo (por ejemplo hay personas contra el aborto o el separatismo en todo el espectro ideológico).

      Sobre el descarado nacionalismo español, está a la vista para quien quiera ver. Revise la definición de la RAE y dígame que no encaja con un porcentaje significativo de personas en la derecha:

      «Sentimiento fervoroso de pertenencia a una nación y de identificación con su realidad y con su historia»

    • Tenga cuidado porque está a
      Tenga cuidado porque está a un paso de llamarme facha…

      Defender que hay un fervoroso nacionalismo español es de coña: debe de ser que usted considera que salir con banderitas a la calle para celebrar los éxitos de nuestros deportistas, por ejemplo, nos identifica con nuestra Historia. Pues no, lamento decirle que no, que ese sentimiento fervoroso de pertenencia a una nación ya no existe en España desde que les dimos las competencias en materia educativa a los que no querían ser españoles: así de simple.

      Repase los contenidos educativos, por favor: ni siquiera se puede estudiar en español en determinadas regiones de España si tus hijos van a un colegio público. ¿Nacionalismo español? Ni en la derecha ni en la izquierda.

  3. «A día de hoy el liberalismo
    «A día de hoy el liberalismo ya tiene la suficiente presencia en España como para servir de contrapeso a este tipo de ideas incorrectas y liberticidas mientras se están incubando.»

    Discrepo completamente. Hay liberalismo en España, efectivamente, pero está tan dividido que es como si no lo hubiera. Y para que las ideas lleguen a la gente, hay que sentar al menos un diputado en el Congreso, cosa que el liberalismo español, por su división, está a años luz de poder hacer.

    Los liberales españoles se limitan a hablar mucho de ideas y tal, pero a la hora de hacer algo positivo, como unirse para plantear un alternativa liberal seria, nada de nada. O sea, muchas palabras y pocos (más bien ninguno) hechos. Y así las cosas están desperdiciando una oportunidad histórica, que tal vez no vuelva a pasar en décadas, y que es la mejor que han tenido desde las primeras elecciones de 1977.

    Lo único que le falta a la derecha populista para poder sentar a ese diputado en el Congreso es un partido medianamente serio (o sea, lo contrario de Vox), claramente alejado del franquismo (y que no provenga del PP) y un líder carismático (que tampoco provenga del PP). Si esas condiciones se dan, no es que consigan un diputado, es que pueden conseguir una docena… para empezar. Hay que recordar que una parte de los votantes de Podemos… vienen del PP, cansados de corrupción, pero que estarían encantados de votar a un partido populista de derechas.

    Y mientras tanto, los liberales españoles… pues eso… bien, gracias.

  4. Un familiar me remite fotos
    Un familiar me remite fotos del huracán que asolo la ciudad en que se encuentra en USA,se observa una residencia de ancianos y la bandera de los Estados Unidos que mueve su mástil supongo que en España ya hablaríamos de ultras de derecha. Ser cristiano y rechazar el aborto es también algo que no le gusta….


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