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Por qué Raúl Castro decidió retirarse el próximo 19 de abril

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Raúl Castro sigue martirizando a los cubanos, pero la figura de Martí está cada vez menos presente como símbolo propagandístico.

Fidel Castro podría sustituir a José Martí como referente simbólico de Raúl Castroa la hora de retirarse de la Presidencia de Cuba, pero no del ejercicio real del poder en el país. Oficialmente, el motivo para retrasar el relevo en la jefatura del Estado son los destrozos causados en septiembre por el huracán Irma y las dificultades económicas que pasa el país. Sin embargo, nada indica que esos problemas vayan a ser solventados antes de la nueva fecha fijada.

Como todo régimen comunista, el cubano otorga mucha importancia a los símbolos, incluyendo las efemérides. La primera fecha marcada para llevar a cabo el relevo en la Presidencia era el 24 de febrero, coincidiendo con el 123 aniversario del conocido como Grito de Baire. Con este nombre se conoce al levantamiento contra España organizado por el apodado ‘Apóstol de la Independencia’ que se llevó a cabo de forma simultánea en 35 ciudades y que marca el comienzo de la guerra entre los independentistas y la entonces metrópolis. El 19 de abril, sin embargo, es un día con mucha carga simbólica para el actual régimen marxista-leninista.

De Bahía Cochinos al relevo al frente del PCC

Un 19 de abril, el de 1961, se produjo la que el régimen comunista considera su gran victoria militar. Ese día se rendían los últimos combatientes anticastristas de la denominada Brigada 2506 (cubanos exiliados armados y entrenados por la CIA) se rendían tras haber desembarcado en la Bahía de Cochinos. En el discurso del castrismo, esta batalla combina la lucha por la independencia con el enfrentamiento ideológico entre capitalismo y socialismo. El propio Raúl Castro hacía referencia a ello al anunciar que retrasaba casi un mes su retiro, al decir que el fracasado desembarco fue “la primera derrota al imperialismo en América”.

Pero ese no es el único 19 de abril clave en la historia del régimen comunista cubano. Esa misma fecha resulta muy simbólica en clave familiar, dinástica incluso, para el actual dictador caribeño. Ese día, pero en 2011, se produjo la renuncia de Fidel Castro al puesto de primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) y su hermano era confirmado como sucesor al frente de la organización. Ese puesto, que va a mantener tras renunciar a la Presidencia del país, es el que ostenta el poder real en la isla.

Al más puro estilo soviético, el PCC no sólo es el único partido legal en el país. Es además el auténtico eje del poder y controla el Estado por encima de la estructura oficial de este. Con independencia de quién será el próximo presidente (casi con toda seguridad, el apparátchik comunista y actual vicepresidente segundo, Miguel Díaz-Canel), Raúl Castro seguirá al frente del régimen al mantener el liderazgo del Partido Comunista. Para garantizar además que todo quede ‘atado y bien atado’ (en expresión de otro dictador, el español Francisco Franco), el Ejército estará controlado por otro miembro de la dinastía Castro. Se trata de Alejandro Castro (hijo de Raúl Castro), actual jefe de la Inteligencia y la Contrainteligencia.

José Martí fue elevado a los altares del régimen por un Fidel Castro que prefirió obviar que el ‘Apóstol de la Independencia’ era ideológicamente un liberal que se hubiera opuesto radicalmente al régimen comunista. Azuzar el sentimiento nacionalista estaba por encima de la coherencia histórica. Ahora su hermano Raúl Castro lo relega a un segundo plano en lo que puede ser un movimiento destinado a dotarse a sí mismo de una legitimidad de tipo dinástica.

Menos martiniano pero más bolivariano

Pero al tiempo que desplaza a Martí a favor de su hermano en la mitología del régimen, Raúl Castro hace suya parte de la simbología nacional venezolana, de la que ha querido apropiarse en exclusiva el chavismo. El 19 de abril de 1810 se produjo el “Grito de la independencia” en Venezuela, con el que comenzó el levantamiento contra las autoridades españolas. En la fecha elegida habría, por tanto, también una parte de guiño bolivariano hacia el gobierno de Nicolás Maduro.

Cuenta un ya viejo chiste cubano que en su día Fidel Castro le preguntó a Hugo Chávez qué estaba haciendo con Venezuela, y que este le contestó “bolivarizándola”, para acto seguido ser él quien lanzaba una similar cuestión: “¿Y tú qué haces con Cuba?”. La respuesta fue, según el chiste: “Martí-rizándola”. Raúl Castro sigue martirizando a los cubanos, pero estando cada vez menos presente la figura de Martí como símbolo propagandístico. El régimen cubano, si cabe, se hace todavía más castrista que antes.

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